Una de las primeras técnicas a realizar en Feng Shui es hacer que la energía fluya. ¿Cómo se logra? A través de la circulación del aire. Por lo tanto, ¡abre tus ventanas y deja que la energía fluya!

Si no ventilamos nuestro hogar, ¿cómo puede haber buena energía allí? Nuestra casa es el espacio prioritario en el que necesitamos que la energía fluya. Por consiguiente, resulta esencial poder ventilarla, si deseas que la misma esté repleta de energía. Lo mismo ocurre con los negocios, oficinas u otros espacios que quieras cubrir de energías positivas.

No importa si el día se encuentra nublado o está a punto de llover, corre las cortinas, abre las puertas y ventanas por un momento, y permite la entrada de nuevo aire. Es fundamental que este último circule por todos los espacios que tiene la casa, negocio u oficina que desees ventilar, incluso en aquellos sectores que no utilizamos.

Ahora bien, ¿cómo y cuándo ventilar la casa?

Preferentemente, la circulación del aire debe realizarse todos los días, sin importar si es verano, otoño, invierno o primavera. Una adecuada ventilación permitirá que los espacios se oxigenen, reciban nuevos aires e incluso cambien las energías allí presentes.

Con el objeto de ventilar el hogar de forma natural, se recomienda realizarlo durante las primeras horas del día ya que en dicho momento se renueva el aire del exterior y, por consiguiente, se remueve el aire interior que pudiera llegar a poseer un cierto índice de contaminación.

No obstante, durante el invierno, se debe ventilar con mayor cuidado pues, si exponemos nuestro interior al viento frío, tendremos que recurrir luego a la calefacción. Sin embargo, un tiempo acotado por la mañana bastará para renovar el espacio que desees cubrir de buenas energías.