El Feng Shui es un antiguo sistema Chino de origen Taoísta, a través del cual se estudiaban los cambios que ocurrían en la naturaleza, el clima y los astros.
Antiguamente, los chinos elegían cuidadosamente dónde establecer un pueblo, una ciudad o una capital, ya que un buen día y un buen lugar correctamente elegido, podría brindar protección y progreso. Por el contrario, la elección de una mala fecha y un mal lugar les traería hambre y guerra.
El trabajo de seleccionar un lugar era realizado por expertos maestros en estas artes, quienes trasladaban el conocimiento de generación en generación. Éste último se lo denomina actualmente Feng Shui . En tiempos antiguos, se lo llamaba Kan Yu y remitía al arte de saber observar los indicios de la tierra y el cielo.
Así mismo, utilizaban el Feng Shui para la ubicación y orientación de las tumbas. A modo de ejemplo, cuando una persona importante fallecía, se lo enterraba un día propicio y en una buena dirección. De este modo, daría progreso a la descendencia. Nada se ejecutaba de manera casual, todo se hallaba planeado y pensado.
El acceso a este tipo de información era muy privilegiada, a la que sólo accedían el Emperador y algunos nobles. Los maestros eran consejeros de la Corte Imperial, y estaban a disposición del Emperador para brindar tácticas que especificaran el momento y el modo de hacer las cosas.
Sus orígenes varían según las fuentes, algunos arrancan en el período de la dinastía Hsia en el año 2205 -1765 antes de Cristo. Estamos hablando de más de 4.000 años de historia.
¿Conocías los inicios del Feng Shui?
Recuerda: ¡El saber es conocimiento!